Es en este apartado en el que tengo más certezas. Una sesión debe tener un tema de cierre. Y aquí ¿puede valer todo? Aquí, sí.
Cada DJ puede hacer lo que le dé la gana en ese momento. ¿Por qué? Porque ya ha terminado su sesión, su trabajo, y está diciendo adiós.
Miqui Puig siempre elige la canción para abrir y cerrar una sesión, “y siempre hay alguien que viene a joderte la canción para cerrar, el típico que viene a pedirte más, que no cierres, algo que ya es pesado porque si se han encendido las luces significa que esto se ha acabado. ¡Otra más¡ No, otra más, no, porque si la Apolo lleva 25 años encendiendo las luces a las 5:45 eso quiere decir que no hay más. Pues no vayas a molestar al DJ que igual lleva dos semanas pensando que va a cerrar con esa canción y cantarla a pleno pulmón porque fue la canción con la que echó el último polvo, yo qué sé, ¿sabes?”
José Mardi me comentó acerca del cierre que “a veces he usado algún clásico, el Let´s Get It On, que todo el mundo conoce, por ejemplo, para encender luces, pero, en general, improviso, porque a veces acabas aquí arriba (señala levantando la mano), depende”
El DJ ha estado dedicando su mejor afán a hacer bailar una pista durante un tiempo, concentrado en hacerte fluir con la música, pero ahora se despide hasta la próxima y elige un tema con el que comunicarte que esto ya no es lo mismo, que algo se acaba, que esta pieza de arte para bailar (ART FOR DANCING) que se ha ido construyendo con ritmo marcado y groove, esta pieza única e inasible que se ha mantenido suspendida en el aire gracias a ti, que la has bailado con optimismo en busca de una sensación de libertad (DANCE FOR FREEDOM) que en ningún otro lugar hubieras encontrado, esta pieza finaliza así.
Durante unas horas hemos construido algo, compartido algo, algo valioso. Cuando se baila en una pista, con personas desconocidas, sólo por eso, ya se tiene algo en común. Y si todo ha ido bien habremos hecho algo juntos, algo que no existía antes y que desaparece prácticamente a la vez que se crea, desaparece al instante siguiente, cuando un nuevo beat entra en los cuerpos en movimiento, en los bailarines. Es tiempo de permitir que el maestro de ceremonias culmine a su modo. Tenía derecho, pero además se lo ha ganado. Sólo nos queda aplaudir desde la pista, mirando al DJ.
Por todo esto creo que aquí sí vale todo. Desde una canción que se merecen los que han bailado todo el tiempo, otra, hasta una con la se mande un beso de despedida a la pista o con la que trasmitir un mensaje, una señal, un recuerdo, un sentimiento,….
Algunas favoritas personales para cerrar son estas que enlazo a continuación:
Déjame Vivir Con Alegría, original de Vainica Doble, en la versión de Grupo De Expertos Solynieve (2006) tiene mucho de lo que he intentado explicar antes, además de ser una canción popular bailable y contagiosa como pocas. Podría extenderme mucho, no lo haré. Tiene mensaje, profundo, hondo mejor, reparte alegría, es luminosa, optimista, orgullosa y tolerante a la vez, es de las Vainica, es de los Expertos, es nuestra, muy de aquí y, por supuesto, deja claro que es la última.
And now, a classic, My Way, en la versión de Nina Simone (1971) que, aparte de ser una locura interpretativa y de tener un arreglo sorprendente para una canción conocidísima, fue utilizada como cierre de Barraca cuando pinchaba Carlos Simó, de lo que se guarda algún documento sonoro grabado en cinta de casete en aquel momento. Además del arte de Simó a los platos, se comprueba, al final, que el tema cumple al 100% con su función, y aún pone los pelos de punta al bailarín de la época que siempre relacionará esa canción con aquellas noches de música, baile y permisividad. Cuando sonaba, tras anunciarlo Carlos al micro, ya se sabía que aquello se acababa.
U Don´t Dance 2 Tekno Anymore es un hit oculto de Alabama 3 (1997) que tiene todos los ingredientes para ayudar a encender luces. Trasmite positividad y lanza el mensaje a la pista con el irresistible estribillo una y otra vez. Si te suena y no sabes de qué, quizás sea porque la sintonía de Los Soprano también es de este grupo. Asegura cierre con sonrisa.
Hush, en la versión de Woody Herman (1968), es ese tipo de instrumental tan poderoso y tan apabullante que parece que no es de este mundo. Es un tema que cambia tanto el rollo frente a la mayor parte de la música que se suele pinchar que no ofrece dudas si se utiliza como cierre después de canciones de otro estilo. Un cambio de registro efectivo que, además, acaba en un fade out. Ay.
El Egyptian Reggae de Jonathan Richman & The Modern Lovers (1977) permite el baile suave y es un tema instrumental cachondo y optimista, ideal para terminar con éxito. No ofrece dudas y cumple su misión de beso de despedida con ese plato sonando justo al final como un gong. Adioooooós.
Vos trovaba a faltar de Miqui Puig & ACP (2017) es un clásico moderno de nuestra música que me parece un cierre perfecto. He traducido algo de esta canción, “os echaba de menos”, una letra en catalán cargada de significado: “Somos los mismos de antes, igual de enfadados o quizás un poco más….sólo quiero violines y trompetas, llenar las maletas de viejas penas y arrojarlas al mar”. Alegría, lucha y positivismo.
Mucha Muchacha es un tema de Esquivel (1961) que sorprenderá en la pista, pero nadie pensará qué es esto, lo tendrán bastante claro, esto es el final, y no está mal que lo piensen. Todos los ingredientes y un poco más, una charla entre un muchacho y una muchacha que garantiza un recuerdo de la sesión de la mano de un genio mexicano.